martes, 21 de mayo de 2013

Palabras del Beato Juan Pablo II a los Cursillistas de Cristiandad


Buscando algunas cosas sobre el Movimiento de Cursillo, encontré estas palabras que el Beato Juan Pablo II  dirigió en la 2ª ULTREYA NACIONAL ITALIA ,ROMA, 20.04.1985, y se las comparto con alegría y dentro del marco de Pentecostés, como renovación de nuestro llamado en el mundo:

SER FERMENTO DE CRISTO CON NUESTRA PROPIA VIDA EN DONDE ESTEMOS.
(Hoy recibimos emails y mensajes de texto, antes, eran telegramas como este que les dejo aquí)



A todos os saludo con suma cordialidad.  Dedico una palabra especial al señor Cardenal Eduardo Pironio, y os animo en vuestro empeño de ir siempre "más adelante" – Ultreya -, cual verdaderos servidores del Evangelio, hacia el hombre, hacia todo hombre.
Mi aprecio a vuestro Movimiento procede, ante todo, de saber que, con su pedagogía peculiar, acerca a Dios, fomentando en sus miembros, individual y comunitariamente, una relación firme y concreta con Cristo Señor y un "primer anuncio", que permite comenzar una experiencia de vida cristiana madura.
En segundo lugar, de la constatación de vuestro propósito de vivir el Bautismo auténtica y constantemente, en plena unión con la Iglesia y su Magisterio, preocupándoos por ser levadura evangélica donde vivís y trabajáis.
Partiendo de aquí, mi aprecio se transforma en exhortación, a fin de que, cada vez más, seais agentes de evangelización.

Para ser evangelizadores auténticos, es preciso aprender a estar ante Dios; es necesario educar la mente y el corazón para mirar a Cristo, dirigiéndose a El con afecto, amándolo, porque sólo si conseguís que Cristo sea la meta constante de vuestra vida, podréis animar cada vez más al mundo con su Espíritu.
Evangelizar es anunciar la familiaridad que tiene Dios con el hombre en Cristo, de la cual se ha tenido experiencia: "La Vida se ha manifestado, y nosotros hemos visto y testificamos y os anunciamos la vida eterna, que estaba en el Padre y se nos manifestó" (1ªJn.1,2). Por consiguiente, evangelizar es llevar la Buena Noticia de Cristo "a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad... Pero no hay humanidad nueva si no hay en primer lugar hombres nuevos, con la novedad del Bautismo y de la vida según el Evangelio.  La finalidad de la evangelización es, por consiguiente, este cambio interior" ("Evangelii Nuntiandi", 18).

PARA SER FERMENTO EN LOS AMBIENTES

Pues vosotros, que pertenecéis a los "Cursillos de Cristiandad", debéis ser precisamente fermento en los diversos ambientes de la sociedad moderna para conseguir que el hombre de hoy se encuentre con la mirada de Cristo Salvador.  Se trata de una tarea maravillosa y formidable, un ideal grandioso que exige empeño generoso, en orden a aprovechar la posibilidad de formación espiritual que ponen a vuestra disposición los Cursillos; sólo si os preocupáis cuidadosamente de vuestra formación, seréis verdaderamente capaces de evangelizar el ambiente en que vivís con el testimonio coherente cae vida cristiana en la familia, el matrimonio, el trabajo, la escuela, según el espíritu de la “profesión de fidelidad al Papa", que habéis proclamado, y que abarca un programa serio y completo de vida cristiana.

De Colores!


INSTRUMENTOS DE SU AMOR 
 “Cristo cuenta conmigo; yo cuento con él"Esta breve expresión sintetiza bien el empeño misionero que se os confía.  Todo os llega de él; pero El os pide la disponibilidad para poder obrar eficazmente a través de vuestras personas. Sed por tanto dóciles instrumentos de su amor, intrépidos testigos y humildes servidores suyos. El “rollo", el anuncio viviente que habéis recibido, debéis seguir difundiéndolo debéis seguir difundiéndolo: vosotros mismos debéis ser el anuncio vivo del Evangelio. 

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