miércoles, 10 de julio de 2013

Dejar a Dios ser Dios

Confiar en las decisiones de Dios para mi vida


Dejar que tu vida sea llevada por Dios en muchas ocasiones es tremenda aventura.
El Señor tiene una maneras tan distintas para llevar su obra en nuestras vidas, no deja de sorprenderme.

Aceptar la voluntad del Padre en mi vida es una de las cosas que quiero siempre hacer, aunque muchas veces no lo logro. Eso de "aceptar la voluntad de Dios" no es más que CONFIAR. A que me refiero con confiar?, me refiero a tener la certeza de que aunque la vida cambie, no son mis planes los mejores, sino los de la providencia, los del Padre que me creo y sabe mejor que yo...para que me hizo.

Decía Madre Teresa que el hombre es la única criatura que se pone a discutir con su creador...¿acaso hemos visto una mesa discutiendo con al carpintero que la hizo o a un pincel poniéndole objeciones al pintor que hace la obra?... no ¿verdad?...pero nosotros en muchas ocasiones no nos dejamos llevar de sus planes y empezamos a llenarnos de excusas.

Todos los personajes de la biblia, una vez tienen ese encuentro con Dios, viven de una manera diferente y el evangelio, llevar esa buena noticia, en muchos casos les lleva por caminos distintos, insospechados, inimaginables.

Dejar que el timón de tu vida lo tenga agarrado Dios, cuesta. No es fácil, pero es lo mejor.
Digo lo mejor porque SIEMPRE sus planes son mejores que los nuestros. A lo mejor mi plan es hacer tal o cual cosa por el Señor...ponle el nombre que quieras: cantar en el coro, exponer un tema bonito, rezar el rosario, lo que sea y todo eso está bien, sin embargo, está pensado desde mi perspectiva. Pero cuando es Dios que llama a hacer alguna cosa o servicio, El, que lo sabe todo, bien supremo y Padre de Misericordia, te conecta con una realidad mucho mayor, una realidad divina. Su realidad para tu vida.


Y lo más grande del caso es que cuando nos llama, no anula nuestra naturaleza humana, sino que la enriquece, cuenta con ella, cuenta contigo, con lo que eres...pongámonos a pensar: Somos su obra, de principio a fin, El nos conoce más que nosotros mismos, sabe nuestras capacidades, virtudes y debilidades. Esas capacidades que en ocasiones ni pensábamos tener, al responder el llamado se ponen a pleno rendimiento y eso solo se logra estando bien "pegados" de Cristo.  Imagínate que eres una flor, y que en este momento eres un botón de rosa, hermoso....si te cortan de la rama, ese botón no se abrirá  y nunca será la rosa hermosa que debió ser, no es feo...pero tampoco está en su máxima capacidad, en la plenitud de su creación...

Hay una frase que me encanta : 
" La Voluntad de Dios no te llevará donde la Gracia de Dios no te proteja". 
Hacer o tratar de hacer siempre la voluntad de Dios, es de valientes, de gente que sabe que no está sola. Si Dios te ha llamado a hacer algo, El te dará las gracias para llevar esta encomienda a cabo.


Adelante, confiemos en todo momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes comentar este articulo aquí!