¿Por dónde empezar?
Pues bien…como de
costumbre, a medio día, me paré un
momento a conversar con Jesús. Tenía tantos deseos de verlo. ..después de
todo lo que presencié el fin de semana,
no quería separarme de El ni por un momento. En estos días, celebramos la Divina
Misericordia.
Entré al santísimo y después de saludarlo,
darle gracias por tanto, seriamente me senté a conversar.
Al principio no tenia palabras, ni sabía
que me ocurría, pero el Espíritu me asistió.
¿Cómo, me preguntaba, cómo era
posible tanto amor por mí, por los hombres?…. ¿Cómo era posible que a pesar de
fallar tantas veces me ames tanto y creas en mi?...
Una gran preocupación me embargó en
ese momento….¿Acaso seré lo que tú quieres que sea Señor?, ¿Soy para lo que me
hiciste?,
¿Acaso estoy haciendo tu voluntad en
mi vida?, ¿he sabido de alguna
manera devolverte algo, una partecita de tanto?
Todo Maestro, eres Tu. Todo inicia contigo y termina en ti.
Gracias Maestro. Gracias por la vida,
gracias por mi hogar, gracias por mi esposo, Tu sabes cuánto lo quiero. Gracias
por mis hijas, por mis Padres, por mi empleo, por la sonrisa en tu rostro cada
vez que te veo.
¿Por dónde empezar a hablarte?...me
hice el propósito de no pecar mas….solo tú sabes lo débil que soy y cada vez
que volteo, vuelves otra vez a perdonarme porque yo vuelvo a ofenderte…y es que
no acabo de entender, ¿será que no acabo de convertirme en lo que tú quieres Señor
que sea?
Soy tan tonta que me arriesgo a
perder la vida eterna, ¿por banalidades?... por tonterías, ¡tonterías sin
valor!...
Recibí ayer tu perdón, maravilloso regalo que nos das. Eres tan sabio Señor…, una sonrisa sale de mi rostro y te miro…¡pero que tonta!…TU eres la sabiduría eterna. Tantas veces me pregunto, ¿porqué quiero hacer las cosas bien y termino como San Pablo haciendo el mal que no quiero.
Recibí ayer tu perdón, maravilloso regalo que nos das. Eres tan sabio Señor…, una sonrisa sale de mi rostro y te miro…¡pero que tonta!…TU eres la sabiduría eterna. Tantas veces me pregunto, ¿porqué quiero hacer las cosas bien y termino como San Pablo haciendo el mal que no quiero.
Mi alma estaba intranquila, traté de
preguntarte porqué si trato de hacer las cosas bien siempre existe un "pero",
un problema? ... ¡eres
tan listo Señor!, me contestaste con una de mis frases preferidas… “ten calma, allí donde abunda el pecado,
sobreabunda mi gracia”.
Verte en el Sagrario conmueve mi corazón
tanto que rompo a llorar, solo acierto a decir gracias en mi corazón.
Quiero Señor mío, ser y hacer todo lo
que esperas de mi. Ayúdame.
Todo esto ha venido porque …pues
porque eres maravilloso, no hay otra razón. El día de ayer tuve la oportunidad, una vez mas de verte trabajando. ¡Oh mi Dios…que alegría es
tenerte vivo entre nosotros!
Era día de la Divina Misericordia,
muchos hermanos, amigos, mi esposo y yo fuimos a estar contigo. A darte gracias
por tu misericordia con nosotros. ¡Qué grande es verte entre los hermanos Maestro. ¡Como cambian las cosas cuando eres Tu el que está
en medio de ellos!. Como cambias los corazones…
El día, a medida que avanzaba se fue
llenando mas y mas de tu presencia. Todo lo cubría tu eterno amor a nosotros. ¡Cuánto crees en el
hombre!, el mismo que te insulta, que te cuestiona, que te ridiculiza.
Tu alegría fue llenando los corazones
y de muchas partes venían a saludarte, a glorificarte, a pedirte a darte
gracias. Era tu día, el día de tu Divina Misericordia, aunque sé que siempre es
día de tu Santa Misericordia, porque soy testigo de eso. Porque no importa los
momentos, el día o la hora, tu siempre te muestras amoroso.
Maria Luisa, mi amiga, me hizo una
pregunta que me ha llenado de profunda esperanza –Nathalie, ¿qué tú sientes cuando llevas la comunión
a los enfermos?...se me iluminó el corazón. Te veía en el Sagrario y le contesté..."al
principio me temblaban las manos…todavía me tiemblan, explicarte lo que es llevar la comunión a los hermanos … no tengo
palabras". Traté de explicarle un poco…
“es ser testigo del amor de Jesús.
Jesús es un caballero, es El quien hace la obra. Es El quien se hace presente
para todos. Jesús es tan generoso, nunca deja a sus amigos solos. Siempre se
hace presente, lo he visto una y otra vez. A veces
llego a una habitación y decimos venimos a traer la comunión y de
repente escuchas…"ay si ,que bueno, mi esposo es ministro de la comunión
(el señor de la habitación es de edad ya y está en cama)", o bien “qué
bueno, yo tenía tanto deseo de comulgar y hoy no puedo ir a misa!". O bien
la persona no puede comulgar y le hacía tanta falta recibir la noticia de que
Dios la ama, que está a su lado, que tenga esperanza…”
Esto de ser testigo, a veces me hace
sentir tan pero tan pequeñita. Y tan pero tan amada. ¿Cómo explicarlo?
En la fiesta de la Misericordia había
un mar de gente, era el pueblo de Dios el que estaba allí. Cientos y
cientos…miles de hermanos que acudían a verte Maestro. Por un momento, me sentí
en Galilea, lo único es que en vez de peces comimos sandwichs, tal vez la
comida era diferente pero Tu eres el mismo. El mismo que se paseaba por todo el pueblo, el mismo al que la gente
clamaba, el mismo a quien le pedían milagros y los hacías. Habían paralíticos,
cojos, ciegos, sordos… ¿acaso no somos todos un poco ciegos, un poco sordos,
uno poco enfermos?
Siempre tomas la iniciativa y así
como te paseabas por Jerusalén, Belén, Jericó,
Canaán también te paseaste por Manoguayabo. Tan tierno, tan señorial, tan lleno
de luz, tan imponente, lleno de majestad.
Contemplar a Jesus Misericordioso es
otro de los regalos de Dios. Al final, la Misa estuvo cargada de verdad. Les
dejo algunas pinceladas de lo que trato. La pronuncio Mons. Grullón y la verdad
está para re-leerse cada día.
Extracto de la Homilía:
Hoy
le pedimos a Dios 3 cosas:
1-
La capacidad de ver y oír nuestra miseria humana.
2-
La dicha de tener un corazón semejante al tuyo
3-
La valentía de actuar conforme a la voluntad de Dios.
Hoy
Jesús nos enseña 7 obras de Misericordia:
1-
Devolver el animo a los desanimados
2-
Enseñar a los demás los dones que Dios nos ha concedido
3-
Corregir el mal y No dejar que crezca entre nosotros
4-
Consolar a los afligidos
5-
Perdonar a quienes nos hacen mal
6-
Soportar a las personas que no nos caen tan bien
7-
Rogar a Dios por todo
Homilía completa:
https://www.youtube.com/watch?v=MLAzrJv7p0k
Agradecida Jesús de tu misericordia en mi vida,
Nathalie
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