El campo de la acción, definitivamente, ¡me encanta!. Ahí es donde se pone en práctica todo lo que estudiamos, aprendemos, lo que nos indican…en fin, esa es la "prueba de fuego": OBRAS.
Cuando hablamos de cristianismo, se me sacude el alma. No de susto, sino porque me conmueve. Me hace ver hacia dentro. Santa locura, seguir los mandatos de Cristo, ir contracorriente en este mundo. Santa locura que limpia el alma.
Estamos llamados, a llevar el mensaje de que Jesús está vivo, y no solo decirlo de palabras, sino a comunicarlo con nuestras vidas. Un mensaje de esperanza, de fe y sobre todo de amor.
A medida que ha pasado el tiempo, se ha hecho imprescindible "hacer" todas las cosas por amor a Cristo, he aprendido a entregarle mi vida completa y a dar lo que gratis he recibido.
Pero les tengo que confesar algo, hay momentos en que la cercanía de Cristo es tan grande que se me "ensancha el alma", me llena un jubilo tremendo, eso es lo que en cursillos llamamos "la Santa Alegría de los Hijos de Dios". Es indescriptiblemente hermoso: ver a Dios trabajar y ser parte de eso. ¡Wow!...
Este fin de semana presencié muchas maravillas. Entre ellas, pude acompañar a mi esposo en su apostolado de enseñar la Liturgia Eucarística, ver la alegría en su rostro, verlo compartir con los demás todo lo que ha aprendido. Ver a los hermanos preguntando, señalando, comentando…eso no tiene precio. ¡Como eres Señor de magnifico con tus hijos, casi me dan deseos de decir como Simeón…"ahora puedes Señor, dejar ir en paz a tu sierva porque mis ojos han visto tu grandeza" . En verdad escribo sintiendo gran consolación en el alma, conmovida hasta las lagrimas, pero de felicidad.
"Dios escribe derecho sobre líneas torcidas", aun y cuando las cosas no se entiendan en algún momento de nuestra historia, Dios las usa para acercarnos a El. Debemos entender que su mensaje de amor no es para dos o tres, no es para un grupito, es para todo el mundo y nosotros, como laicos activos, como parte de ese cuerpo místico de Cristo tenemos que asumir nuestra posición activa dentro de la iglesia. No estamos para "calentar bancos", sino para "calentar corazones"... Estamos para dar, para servir, para enseñar y compartir. Estamos para llevar la misión de la iglesia que es la Salvación de todos los hombres y como iglesia que somos cada uno de nosotros, esa es también nuestra misión, debemos encargarnos de que esa salvación llegue a todos los rincones del mundo (pero vamos a aplatanar la idea, el mundo ¿es grande no?, vamos por lo menos a asegurarnos de que llegue cerquita de nosotros, donde estamos y nos movemos, a todos los rincones que podamos, cada quien en su sitio)…Dios y su providencia, su amor están allí, no importa lo que estés pasando, todo sirve para su provecho una vez las almas se disponen para eso. Gracias Señor.
Aquí un video con una partecita del taller.
Mi otro regalo de este fin de semana, fue "Las visitas a los Enfermos", el ministerio de la salud es verdaderamente tener a Cristo en frente. Poder tocarlo, verle sonreír en cada enfermo…no tengo palabras para explicarles tanta belleza.
Me faltan letras, falta un alfabeto entero.
Unas hermanitas mías, Carla, Rosa y Daviela, también "Locas x Cristo", han sido llamadas a esta misión…y que alegría es verles crecer en virtud, verles crecer en servicio, compartir en comunidad como hermanas. Eso, no tiene precio. La misión que cada uno tenemos es hermosa y Dios da las gracias necesarias para cumplirla.
La gente necesita amor. La gente necesita valientes, testimonios del amor de Dios, la gente necesita esperanza.
Nos topamos con Don Alfredo, Santo varón, en una de las habitaciones de la cuarta planta. Su rostro envejecido solo destilaba amor. Nos enteramos luego que es ministro extraordinario de la comunión. Puedo ver que Jesús es tan generoso, El siempre anda detrás de sus hijos, les consuela, se les hace el encontradizo, les da su amor cuando le necesitan. ¡Que caballero más generoso tenemos de hermano Mayor!, ¡Te amo Jesús!, aprendo tanto de ti y cuanto me falta por aprender. Me encanta ir contigo de la mano, porque no importa hacia donde vaya, si estás conmigo, "siempre salgo a camino", como dicen en el campo.
Hermanos, se necesitan valientes en el "frente de batalla", el mundo padece de violencia, tenemos que actuar, no podemos quedarnos en meras teorías, ¡vamos adelante!, que el enemigo no duerme, pero tenemos la certeza, tal como indica San Pablo, de que donde abunda el pecado, sobreabunda la Gracia de Dios.
¿Te interesa trabajar llevando aliento a los enfermos?, ¡Manos a la obra!, pregunta, intégrate. No tienes que ser ministro para eso, hay muchas cosas que se les lleva a los hermanos: apoyo, sonrisas, consuelo, abrazos, escucha, esperanza, palabras de aliento, oración…la lista es interminable.
Por otro lado, ¿Quieres ayudar a la Iglesia católica? ¿Has pensado en cuantas personas dejan de recibir a Jesucristo en los hospitales, en las cárceles, en los asilos de ancianos o en sus casas, porque el párroco no tiene prácticamente el tiempo y no tiene personas que le ayuden?
Quizás tú puedas ser un ministro extraordinario de la Sagrada Comunión. Acércate a tu párroco y ponte a su disposición.
El Espíritu Santo inspira muchos carismas. Descubre el tuyo y responde. Eso es lo importante. ¿Que no sabes cómo responder?, El te indicará, NO TE PREOCUPES por eso. El mismo Jesús te lo dice: "No se preocupen por lo que van a decir o responder, el Espíritu Santo les indicará".
"Dios escribe derecho sobre líneas torcidas", aun y cuando las cosas no se entiendan en algún momento de nuestra historia, Dios las usa para acercarnos a El. Debemos entender que su mensaje de amor no es para dos o tres, no es para un grupito, es para todo el mundo y nosotros, como laicos activos, como parte de ese cuerpo místico de Cristo tenemos que asumir nuestra posición activa dentro de la iglesia. No estamos para "calentar bancos", sino para "calentar corazones"... Estamos para dar, para servir, para enseñar y compartir. Estamos para llevar la misión de la iglesia que es la Salvación de todos los hombres y como iglesia que somos cada uno de nosotros, esa es también nuestra misión, debemos encargarnos de que esa salvación llegue a todos los rincones del mundo (pero vamos a aplatanar la idea, el mundo ¿es grande no?, vamos por lo menos a asegurarnos de que llegue cerquita de nosotros, donde estamos y nos movemos, a todos los rincones que podamos, cada quien en su sitio)…Dios y su providencia, su amor están allí, no importa lo que estés pasando, todo sirve para su provecho una vez las almas se disponen para eso. Gracias Señor.
Aquí un video con una partecita del taller.
Mi otro regalo de este fin de semana, fue "Las visitas a los Enfermos", el ministerio de la salud es verdaderamente tener a Cristo en frente. Poder tocarlo, verle sonreír en cada enfermo…no tengo palabras para explicarles tanta belleza.
Me faltan letras, falta un alfabeto entero.
Unas hermanitas mías, Carla, Rosa y Daviela, también "Locas x Cristo", han sido llamadas a esta misión…y que alegría es verles crecer en virtud, verles crecer en servicio, compartir en comunidad como hermanas. Eso, no tiene precio. La misión que cada uno tenemos es hermosa y Dios da las gracias necesarias para cumplirla.
La gente necesita amor. La gente necesita valientes, testimonios del amor de Dios, la gente necesita esperanza.
Nos topamos con Don Alfredo, Santo varón, en una de las habitaciones de la cuarta planta. Su rostro envejecido solo destilaba amor. Nos enteramos luego que es ministro extraordinario de la comunión. Puedo ver que Jesús es tan generoso, El siempre anda detrás de sus hijos, les consuela, se les hace el encontradizo, les da su amor cuando le necesitan. ¡Que caballero más generoso tenemos de hermano Mayor!, ¡Te amo Jesús!, aprendo tanto de ti y cuanto me falta por aprender. Me encanta ir contigo de la mano, porque no importa hacia donde vaya, si estás conmigo, "siempre salgo a camino", como dicen en el campo.
Hermanos, se necesitan valientes en el "frente de batalla", el mundo padece de violencia, tenemos que actuar, no podemos quedarnos en meras teorías, ¡vamos adelante!, que el enemigo no duerme, pero tenemos la certeza, tal como indica San Pablo, de que donde abunda el pecado, sobreabunda la Gracia de Dios.
¿Te interesa trabajar llevando aliento a los enfermos?, ¡Manos a la obra!, pregunta, intégrate. No tienes que ser ministro para eso, hay muchas cosas que se les lleva a los hermanos: apoyo, sonrisas, consuelo, abrazos, escucha, esperanza, palabras de aliento, oración…la lista es interminable.
Por otro lado, ¿Quieres ayudar a la Iglesia católica? ¿Has pensado en cuantas personas dejan de recibir a Jesucristo en los hospitales, en las cárceles, en los asilos de ancianos o en sus casas, porque el párroco no tiene prácticamente el tiempo y no tiene personas que le ayuden?
Quizás tú puedas ser un ministro extraordinario de la Sagrada Comunión. Acércate a tu párroco y ponte a su disposición.
El Espíritu Santo inspira muchos carismas. Descubre el tuyo y responde. Eso es lo importante. ¿Que no sabes cómo responder?, El te indicará, NO TE PREOCUPES por eso. El mismo Jesús te lo dice: "No se preocupen por lo que van a decir o responder, el Espíritu Santo les indicará".