viernes, 28 de marzo de 2014

Satanás…¡¡Que Gancho!!

Sin duda alguna la sabiduría de los pescadores es bien aterrizada al evangelio, por eso no me extraña que entre sus discípulos Jesús haya elegido tantos pescadores.
El pasado fin de semana, mientras visitaba las habitaciones del hospital me tope con un señor bien humilde, pescador de oficio, que me explicó claramente como se disfraza el mal (el enemigo, el diablo, Satanás…ese mismo). 


Me dice: "Yo pienso que Satanás, es como las carnadas que yo preparo para pescar. Las preparo para que no se vea la intención final que es coger a los peces con el gancho, el anzuelo. Yo le pongo una carnada arriba, engaño a los peces, la ven bonita, se acercan, muevo la carnada y ellos caen, para cuando se dan cuenta de que cayeron en la trampa, ya están agarrados. Así mismo es el Diablo, se disfraza y nos engaña".

Pueden imaginar que ante esta clarísima explicación, casi le hice una reverencia al hombre; tiene tanto de verdad que a la noche seguí pensando en eso.

Miren, el único trabajo que tiene ese personaje es tentar. Se pasa la existencia mortificando y haciendo que los demás se sientan infelices tratando de llevarlos para su lado porque él es "el egoísta" por excelencia, como no pudo tener el reino de los cielos, no quiere que ni tú ni yo lo tengamos. Es el infinito sin amor, el vacío existencial más grande de la historia. Lamentablemente, nos conoce y conoce nuestras debilidades, es inteligente y usa su astucia para provocar que obremos mal.

Una vez escuché a José decir que al diablo le encantaba estar en las iglesias, en los grupos de oración, en las capillas, entre los que buscan de Dios, porque en los cabarets, las discotecas, los antros, las ciber paginas XXX, ya esta la oscuridad, ¿ para qué iba a ir si ya ahí estaba su presencia?

No podemos ser ingenuos. Si existe, por supuesto. San Ignacio de Loyola dice que uno de los "triunfos" de Satanás es hacer creer al mundo que no existe…¡por amor a Dios!, está en toda la biblia, está en las primeras planas de los periódicos, está en los noticieros en la TV, en las noticias del internet, cada vez que alguien mata, roba, viola, agrede, uff..la lista es grande.

pero ¿saben qué?, no podemos tener miedo, los hijos de la luz vivimos en la esperanza, no en la desesperanza que el quiere transmitirnos. Los que conocemos a Dios tenemos la certeza de que allí donde abunda el pecado la gracia sobreabunda.

Decía el Padre Pío que el diablo es como un perro atado a una cadena, que si tú no te acercas, no podrá hacerte nada, solo ladrar.

Debemos ser sabios. A medida que progresamos en la vida de gracia, este personaje se disfraza  cada vez mas sutilmente, no nos va a venir de frente con el "anzuelo" sin carnada, el no es tonto, así  lo vamos a ver de lejos, sino que viene disfrazado de "ángel de luz" y ahí tiene un sinnúmero de posibilidades: nuestro orgullo, la vanagloria, la vanidad, la falsa humildad, el egoísmo, la mentira, la soberbia…muchas posibilidades. Y a cada uno lo agarra en su debilidad, por eso es necesario conocerse y agarrar su pecado para ser conscientes y no caer. Es por eso que cada personaje cae de diferente forma, Eva y Adán por soberbia "serán como dioses", Caín por envidia, y así todos caemos en nuestras propias debilidades. El asunto está en levantarse rápido y acogerse a la misericordia de Dios. 


Jesús dice: " Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae.", por tanto lo que trata de hacer el diablo es siempre dividir para restar fuerzas.

El día de ayer, en la meditación del  Papa Francisco nos dijo:

"¡No! La presencia del demonio está en la primera página de la Biblia y la Biblia termina con la presencia del diablo, con la victoria de Dios sobre el demonio. No hay que ser ingenuos. 
El Señor nos da algunos criterios para "discernir" la presencia del mal y seguir en el camino cristiano cuando hay tentaciones [...]¡Hay que vigilar! Pero con tres criterios. No hay que confundir la verdad. Jesús lucha contra el diablo: el primer criterio. Segundo criterio: quien no está con Jesús, está en contra de Jesús. No hay actitudes en medio. Tercer criterio: la vigilancia en nuestro corazón, porque el diablo es astuto. ¡Nunca se aleja para siempre! Solo en el último día lo hará." (Cf. S.S. Francisco, 11 de octubre de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). 

Quiero terminar con una oración agradeciendo a Jesús su amor  
(De Catholic.net)

Señor Jesús, gracias por estar siempre a mi lado. Contigo, no tengo nada que temer. Tú me has librado de las garras del maligno. Tu presencia me da paz y reconforta mi alma. Cada vez que miro una cruz, recuerdo que Tú me amas y que estás dispuesto a darlo todo por mí, por mi salvación y mi felicidad eterna.

Dios mío, concédeme la gracia de nunca olvidar que Tú eres todopoderoso, que ninguna creatura tiene poder sobre Ti aunque el mundo quiera presentarnos lo contrario. Yo quiero estar contigo y no contra Ti: ¡hazme fiel a tu amistad!

Señor, recordando esta gran verdad, que Tú tienes poder sobre todas las creaturas, tomo conciencia del gran valor de mi vida de gracia. ¡Qué honor y dignidad tengo al ser hijo de Dios, hijo del Amo y Señor del Universo! Señor Jesús, concédeme la gracia de valorar y proteger nuestra amistad, y también de nunca perder la paz, porque Tú permites que todo suceda para mi bien.

Las puertas del infierno no prevalecerán sobre Ella. (Mt 16, 18)
Dios te bendiga.

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