miércoles, 23 de abril de 2014

CAMINO A EMAUS


Les comparto este escrito del Hermano Eleazar Guerra, esta lectura corresponde al día de hoy, me parece una meditación muy buena. Jesús pasa a nuestro lado tantas veces y somos verdaderos ciegos.


Después de la experiencia vivida en Cuaresma, ¿Cómo perderme vivir ese Triduo Pascual? Experiencia hermosa y vivida de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
Hoy lunes, volver a la rutina, con la alegría de mi Hermano Mayor resucitado, llevar mis sobrinos de vuelta a su casa, ellos se gozaron gran parte de las celebraciones, sobre todo la hermosa Vigilia de Resurrección.

Luego de dejarlos, veo que se me ha hecho tarde y voy caminando por una calle solitaria, nunca he sentido miedo, el cristiano no camina solo, aunque siempre anda uno prevenido por las tantas historias de atracos y hasta asesinatos que escuchamos en los noticiarios y  hasta de personas cercanas a nosotros.

Por lo visto no veo compañía para el camino, entonces me pongo a pensar en lo que ocurrió luego de la Pascua, hace más de dos mil años. Si hoy día Jesús, luego de su resurrección fuera caminando conmigo, ¿qué tendría para decirme?.

+    La Paz esté contigo, ¿Por qué caminas tan apresurado?

- Perdón, es mi forma de caminar desde pequeño. En mi infancia la escuela me quedaba muy lejos y había que hacerlo rápido para llegar a tiempo.

+  ¿Por qué tanta fiesta en estos días? Veo muchas personas llegar de distintas partes, muchos en autos veloces, hasta se han accidentado; muchos tomaron tanto alcohol que fueron a parar al hospital; otros se han excedido en la playa y han pescado una insolación tremenda. ¿Qué provoca tanta algarabía en la gente, que pierda la cabeza de esta manera?

- ¿Es que usted no se ha enterado de lo que celebramos en estos días? Para esta fecha conmemoramos la Semana Mayor, luego del tiempo de Cuaresma, recordamos la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Todos los cristianos recordamos cada año este hecho, en que por el amor que Dios nos tiene, envió su Unigénito, para que padeciera y muriera en la cruz, para que todos podamos alcanzar la vida eterna. Pero lamentablemente, muchos no entienden esto, y aprovechan los días que tienen libres de trabajo para unas vacaciones, pero muy lejos del motivo por el cual es tiempo de celebración.

+  Que duro se ha puesto el corazón de la gente, no han entendido el     mensaje de salvación, no han entendido el "Amar a Dios sobre todas las cosas y amar a tu prójimo como a ti mismo".

En se momento, pasaba junto a una puerta de una gran casa, y al pasar frente a un gran portón, con grandes detalles decorativos, un perro enorme me ladró casi al oído y me sacó de mi conversación momentáneamente.

- Perdona mi espanto, no esperaba tal ladrido, a penas son las siete de la noche y un lunes luego de semana santa, a esta hora, ya debían estar ahí los propietarios, pero parece que llegan tarde de sus vacaciones.

+  No te preocupes. He observando la gente y veo que todo ha cambiado mucho, tal como sabía desde el principio, se siguen cumpliendo las escrituras: La gente se hace ídolos, ya no de oro ni de bronce, la gente se hace ídolos de otras personas, endiosan a alguien que les deleita, enloquecen por una belleza superficial que esconde un mal que los destruye, prefieren morir para siempre, antes que dejar de enriquecerse a cualquier precio. Gastan grandes fortunas en autos, casas, fiestas, ropas, joyas, y les cuesta dar un poco al Dios que los provee de todo cuanto tienen. Pasan en sus grandes autos delante de gente que todavía no sabe que va a comer cuando llegue a la ribera del río donde ha podido construir una pequeña choza para vivir. 

- Te pido perdón, Señor, por las veces que me he comportado de esa manera, todos cometemos errores y cuando empezaste a caminar y conversar conmigo, no niego que sentí temor de hablar con un extraño en el camino. Pero veo que tienes mucha sabiduría y me encantaría que te quedaras en mi casa este día. No tengo mucho, pero puedo compartir lo que tengo contigo.

Al llegar a casa, compartimos la cena, me dio apuro, porque tenía solo lo que había quedado de la comida y un poco de pan, lo calentamos y me quedé sorprendido al ver como bendijo la comida y partió el pan. En ese momento le reconocí : era el Señor Jesús…y desapareció de mi vista.


Me he quedado pensando largamente, cuantas veces Jesús ha pasado a nuestro lado y le hemos ignorado alegando tantas razones humanas: “!Como voy a hablar con un extraño! ¿Y este, quien se cree para hablarme sin conocerme? ¡Que tipo mas extraño, anda descalzo y harapiento! ¡Seguro este viene a pedirme! 
No se cual excusa has utilizado, cada quien sabrá la suya, Jesús, sigue caminando entre nosotros, celebramos la Pascua de Resurrección, pero esto no se puede quedar ahí, la labor sigue. "La mies es mucha y los obreros pocos, rogad pues, al dueño de la mies, que envíe mas obreros". 
Sigamos el camino a Emaus, pero no nos detengamos, continuemos llevando el mensaje, porque no sabemos el día ni la hora…

Eleazar José Parra Guerra
Cursillo 787 / 21 de abril de 2014.

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