jueves, 5 de febrero de 2015

¡Buen trabajo!: "Salpica" de evangelio tu Ambiente de Trabajo...

Tenemos una enorme CAPACIDAD de amar y hacer el bien.
No quiero decir que te "enamores en la oficina"....(bueno, si no tienes esposo, ¿porqué no?...), a lo que me refiero es que dentro de nuestro trabajo diario podemos hacer algunas "mejoras" que van a ir en pro del trabajo, del compañero y de ti mism@.

El cristiano anda siempre en contra de la corriente. Lo normal es que el individualismo, el egoísmo y el orgullo manejen estos ambientes de trabajo. Común es encontrarse esta frase casi a diario : "...porque yo hice tal o cual cosa y yo se lo que hago", o esta otra..."no sabes trabajar, este es un trabajo pésimo, no sirve", entre muchísimas otras situaciones que se dan.

Hoy es un buen día para sorprender a alguien haciendo algo bien y decírselo.


Y me preguntaran...¿en qué ayuda eso a mi vida de fe?...pues te diré que te ayuda tanto a ti como a tu compañero porque cuando buscas acciones o cosas positivas en los demás, dejas de fijarte en ti por unos momentos, empiezas a fijarte en los demás, a valorarlos y en ese justo momento, tu humildad crece, ya no eres el único que sabe "hacer bien las cosas", tu capacidad de abrirte a nuevas ideas se engrandece y empiezas a conformar un ambiente inclusivo no exclusivo de tu propiedad y autoridad.

Decía Santa Teresa y muchos otros santos que debemos ver siempre en los demás sus grandes virtudes y no sus defectos, así nosotros disminuirnos sin perder por supuesto nuestra dignidad de hijos de Dios.

"La humildad es la verdad" -Santa Teresa de Avila. 
El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la medida en que un hombre es más humilde crece una visión mas correcta de la realidad.

"Humildad: La virtud moral por la que el hombre reconoce que de si mismo solo tiene la nada y el pecado. Todo es un don de Dios, a quien se debe toda la gloria. El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio sin desviarse en juicios que no le pertenecen. 

La humildad no solo se opone al orgullo sino también a la auto abyección (auto humillación) en la que se dejaría de reconocer los dones de Dios y la responsabilidad de ejercitarlos según su voluntad. 


Se cuenta en la vida de San Antonio Abad que Dios le hizo ver el mundo sembrado de los lazos que el demonio tenía preparados para hacer caer a los hombres. El santo, después de esta visión, quedó lleno de espanto, y preguntó: “Señor, ¿Quién podrá escapar de tantos lazos?”. Y oyó una voz que le contestaba: “Antonio, el que sea humilde; pues Dios da a los humildes la gracia necesaria, mientras los soberbios van cayendo en todas las trampas que el demonio les tiende"

Lo que todos debemos cambiar: la soberbia

Por el orgullo buscamos la superioridad ante los demás.
La soberbia consiste en el desordenado amor de la propia excelencia. -Santo Tomás. 
La soberbia es la afirmación aberrante del propio yo. 
El hombre humilde, cuando localiza algo malo en su vida puede corregirlo, aunque le duela. El soberbio al no aceptar, o no ver, ese defecto no puede corregirlo, y se queda con él. El soberbio no se conoce o se conoce mal.

La soberbia lo inficiona todo. Donde hay un soberbio, todo acaba maltratado: la familia, los amigos, el lugar donde trabaja... Exigirá un trato especial porque se cree distinto, habrá que evitar con cuidado herir su susceptibilidad... Su actitud dogmática en las conversaciones, sus intervenciones irónicas -no le importa dejar en mal lugar a los demás por quedar él bien-, la tendencia a poner punto final a las conversaciones que surgieron con naturalidad, etcétera, son manifestaciones de algo más profundo: un gran egoísmo que se apodera de la persona cuando ha puesto el horizonte de la vida en sí misma.

"El primero entre vosotros sea vuestro servidor" -Mt 23, 11. Para eso hemos de dejar nuestro egoísmo a un lado y descubrir esas manifestaciones de la caridad que hacen felices a los demás. Si no lucháramos por olvidarnos cada vez más de nosotros mismos, pasaríamos una y otra vez al lado de quienes nos rodean y no nos daríamos cuenta de que necesitan una palabra de aliento, valorar lo que hacen, animarles a ser mejores y servirles." (Def. Corazones.net)

El egoísmo ciega y nos cierra el horizonte de los demás; la humildad abre constantemente camino a la caridad en detalles prácticos y concretos de servicio. Este espíritu alegre, de apertura a los demás, y de disponibilidad es capaz de transformar cualquier ambiente. La caridad cala, como el agua en la grieta de la piedra, y acaba por romper la resistencia más dura. “Amor saca amor” -SANTA TERESA, Vida, 22, 14.  San Juan de la Cruz aconsejaba: “Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor”  -SAN JUAN DE LA CRUZ.


AMBIENTE DE TRABAJO: 

Tarea del día: SORPRENDERLES HACIENDO ALGO BIEN y comentárselo. El reconocimiento y valoración de las personas que trabajan a tu lado es un impulsador positivo que incrementa tanto la estima de la persona como el trabajo en equipo. Estoy convencida que el hombre NO no esta llamado a trabajar como islas sino como comunidad.  Estas son algunas formas de decir “¡Buen trabajo!”:

1. ¡Haz hecho un trabajo estupendo!
2. ¡Sigue así!
3. Estás en el camino correcto.
4. ¡Gran trabajo!
5. Esto es muy bueno.
6. Tu esfuerzo está dando sus frutos.
7. Exacto.
8. He visto que te has esforzado.
9. ¡Muy bien hecho!
10. Estoy orgullos@ de ti.
11. Has mejorado mucho.
12. Estás haciéndolo mejor hoy.
13. ¡Ya casi has terminado!
14. Creo que lo has resuelto.
15. ¡Ya lo tienes!
16. ¡Wow, qué mejora!
17. Sabía que podías hacerlo.
18. Esa es la forma de hacerlo.
19. ¡Felicitaciones!
20. No está mal.
21. No te rindas, está quedando muy bien.
22. Aprendes rápido.
23. ¡Correcto!
24. ¡Bien por ti!
25. Deberías sentirte bien por tu trabajo.
26. Si lo haces una vez más, lo entenderás mejor.
28. ¡Fantástico trabajo!
29. Gran esfuerzo.
30.  Esa es la forma correcta de hacerlo.
31. ¡Sensacional trabajo!
32. ¡Excelente trabajo!
33.  Estoy impresionad@ con tu trabajo
34. ¡Mucho mejor!
35. Debes haber practicado mucho.
36. ¡Maravilloso!

Dios les bendiga. Una hija amada de Dios

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