Hoy quiero sentarme contigo para contarte mis cosas, como lo hacía de pequeña,
Hoy pasaré a visitarte y estoy emocionada y loca por compartirte los últimos eventos que he vivido.
Quiero contarte mis planes, decirte lo que me preocupa y decirte también lo que tú has conseguido en mi. Lo que me ha costado y lo que me salió más fácil. Voy a presentarte mis proyectos, a ver si están alineados con tu voluntad y si colaboran con ese plan que desde siempre has tenido para mi. Ayúdame a discernir.
Pero más que nada, hoy voy a verte para simplemente sentarme junto a ti, amado mío.
Gracias Maestro por siempre esperarme.
(Hay muchos sagrarios abiertos hoy, esperándonos. Busquemos uno cerca)
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