El tema de la Corrección Fraterna, es muy delicado. Mucho, porque solo desde la verdadera caridad podemos hacerlo correctamente, con el sentido real de lo que busca: acercar a Dios, hacerlo con discreción y prudencia, buscando el bien del hermano. Hoy tenemos muchas cosas que debemos denunciar, sin dudas, hagámoslo buscando el estilo de Cristo que enmienda nuestro camino, sin forzarnos sino mas bien concientizarnos. Sí podemos hacerlo, pidamos la gracia a Dios para que ni nos desanimemos por todo lo que sucede en el mundo, sino que veamos siempre la sobreabundancia de la gracia de Dios sobre todos los males que existen, incluso, sobre los nuestros mismos. #CaminoAlCielo
La Consciencia transmite los designios de Dios, del Rey y Dios es amor, por eso es necesario conocer realmente lo que es “La Conciencia Moral” Voy a tratar de colocar en algunas frases claves la profunda meditación del Padre Raúl Hasbún en este video de EWTN.
La P de Prudencia
La reina necesita un conductor experto que le permita llegar al objetivo final
La A del amor:
Amor inteligente que discierne, que estudia, que aplica su sagacidad interior para su mission.
“La regla de oro es haz tú por los demás lo que esperas y exiges que hagan los demás por ti.”
La L de Libertad
“Presión Externa o Pasión Interna”, ambas son esclavitudes en el ser humano. Ser libres es hacer la voluntad de Dios. No hay “decisión de conciencia” si alguno actuó sin libertad interior o exterior.
La O de Oración
Una decisión en Consciencia, es una decisión tomada “con ciencia” o sea le preguntaste a Dios…que quieres que haga?, La oración es la elevación del alma a Dios. Entras a la perspectiva con que Dios mira y juzga.
Como hizo Maria en Nazareth La M de Magisterio de la Iglesia
En este punto a muchos guía la pura ignorancia.
El magisterio de la iglesia está respaldado por una promesa de Cristo y cuando se pronuncia autoritativamente en base a la divina revelación y a la sana razón debe ser obedecido porque nunca irá en contra corriente de la ética. Por eso se tiene libertad dentro de la doctrina de la Iglesia. Como bautizado nos amparamos en la luz fecunda del magisterio de la iglesia.
La A de Adoración
Cuando los Reyes adoraron a Cristo, dicen las escrituras, volvieron por otro camino.
Cada vez que adoramos, abrimos nuestro cofre: nuestro entendimiento, corazón y voluntad, la Adoración Eucarística te permite volver a ti, re encontrarte con la voz de Dios que te dice, hijo mio, esto es lo que espero de ti.
La Adoración Eucarística hace que se te caigan las escamas que no te permiten ver claramente, como San Pablo, que no te permitían ver la luz de Dios.
Formamos con todo esto la palabra PALOMA.
Para que la conciencia no este equivocada hay que formarla con los ojos de la “Paloma”. La Conciencia habitual: ver con los ojos de la PALOMA
Un día cualquiera, fui al área de servicios de un banco a solicitor algo tan común como un estado de cuenta. La persona de servicio que me atiende pide mi cédula, se la paso y al abrir la cartera recuerdo que tengo dos plásticos del documento (hace poco que había sacado mi cédula con el apellido de casada, irónico, ¿verdad?, después de 23 años de casada…pero, así nos pasa a veces). Le pregunto a la Joven que cual de los dos plásticos le paso porque a veces el sistema de la Junta Central Electoral no se actualiza y ella me explica que eso no es así, que la Junta es una cosa y el banco otra.
Ella termina la frase diciendo:
- “no se preocupe porque así las tiene las dos para cuando se divorcie”…. - ¿Para cuándo?, le pregunté…y no la dejé responder…continué diciéndole : -… pero mi amor, si nosotros nos vamos al cielo juntos…entonces ella se sorprendió y abrió los ojos como dos huevos fritos….y las dos chicas que estaban justo al lado también. Ella me preguntó… - “¿Juntos?” - Bueno, respondí sonriendo, no juntos, uno adelante y otro atrás… pero ambos al cielo y junticos hasta la ancianidad si Dios quiere, porque si no mujer…¿para que se casa uno?. Yo soy feliz y mi esposo también, es más, ahora más que nunca.
Me quedé pensando… la verdad es que así anda nuestro mundo, no bien iniciamos algo cuando estamos preparándonos para “suelta eso si da mucha brega, que no cojo corte con nada”, “yo soy yo y nadie me quita el puesto”. ¡Oh Maestro!, es increíble como actúas y renuevas todo. Das sentido a todo, iluminas todas las realidades y lo haces de una manera tan…hermosa.
Ha pasado la cuaresma, nos ha llegado la pascua, hemos hecho el paso de la muerte a la vida y con tu luz Señor hemos alcanzado nueva vida, nueva fuerza, nuevos bríos…esto, ha sucedido a aquellos que han rendido sus voluntades a nuestro Señor, a una verdadera conversión del corazón; aquellos que son rebaño que conoce la voz del buen Pastor y en cuyo corazón retumba el llamado “Shemá Israel, Adonai Elohenu, Adonai Ejad” y Nuestro Padre del cielo, que no quiere que se pierda ni uno y la Iglesia, en cuya vida se prolonga esa acción salvadora de Cristo, nos brinda cada tiempo fuerte para seguir creciendo en la verdadera y auténtica vida de fe. La vida que Jesús quiso y quiere para cada uno de nosotros. El, que ha irrumpido en la historia para cargar con todas nuestras miserias, también cada día sigue entregando su sacrificio en la santa eucaristía e irrumpe en nuestra historia, en la de cada uno de nosotros, alimentándonos, sanándonos, amándonos, salvándonos y de vez en cuando nos “grita” en el oído “ojalá escuchen hoy mi voz” para que despertemos, como Lázaro, para que salgamos de nuestra podredumbre, para cambiar el discurso que escuchamos de la gente en el mundo que dice… “este se murió, ya no tiene remedio”…y El dice… “solo está dormido”. Para decirnos que nos ama y que nos quiere cerca de Él, que confiemos en su amor. Impresionante es verdaderamente, que así como cuando Moisés levantaba la serpiente y quedaron sanos quienes habian sido mordidos por la serpiente en el desierto, igual nosotros al contemplar la hostia en el altar quedamos libres de nuestros miedos, sanados de nuestras heridas, redimidos de nuestras faltas, liberados de nuestras fobias, miserias, heridas de la historia, mentiras que nos han hecho creer. Hay gente que cree que el cristianismo es una renuncia, dejar cosas…y no es así, la fe cristiana no es renuncia, es encuentro. Encuentro con aquel que es mayor que todos los miedos, con el único que sana las heridas, con quien hace nuevas todas las cosas…con ese que nos convoca y une a todos en una gran comunidad de amor.
Hace unos días, el domingo, día del Señor, estaba sentada en el presbiterio justo antes del altar. Mi amigo y hermano Rafael, un laico comprometido, a quien hacía mucho no veía, apareció de repente frente mío, pero no me vio, llevaba en sus manos el misal, lo puso en el altar con gran devoción y cuidado, luego, bajó del altar con reverencia y se marchó, había sonado la campana para el inicio de la santa misa. Al transcurrir la misa…sentí una gran alegría porque al ver alzar el santo cáliz comprendí que toda la humanidad estaba allí, cada uno de nosotros…comprendí también que todos los días, en esa comunión, también estaba mi hermano Rafael vestido de blanco, como han de estar los hijos de Dios, aunque a veces nos caigamos y ensuciemos el traje, aunque a veces perdamos el camino y pensemos que hemos perdido el norte…pero luego nos damos cuenta de que solo fue que perdimos “la señal del GPS del cielo” que nos dejó dando vueltas en círculo, como a Moisés y su pueblo, pero la señal volvió, ¿cómo volvió?...porque aquél sacramento del bautismo y la gracia actual hacen que el Espíritu Santo, tal como dice San Pablo… “Gima en nuestro interior” con palabras de eternidad y empezamos a orar …hasta que se restableció la señal y aún más fuerte volviendo a ver aquel gran Ideal tan claro como el sol. Cada día, todos nosotros estamos en ese sacrificio y acción de gracias al Padre y todos por ese misterio de amor estamos llamados a ser y vivir como dignos hijos de Dios.
La pascua es un compromiso diario para descubrir que más ha de renovar Cristo en mi, un compromiso para continuar poniendo atención a nuestro interior, a nuestra vida de oración que no es mas que tener cada día un diálogo directo y espontáneo con Jesús sobre lo que me va pasando en la vida, tan sencillo como eso.
Diría Santa Teresa “Estando muchas veces con quien sabemos nos ama”. Hoy mas que nunca, grito a todo pulmón, hermanos, renovados, hasta mañana en la comunión.