Una hermana del "ciber espacio" preguntaba luego de leer una vida santa que cómo podíamos nosotros lograr eso en nuestra vida cristiana, esa santidad, a lo que el querido Padre Eduardo Sanz respondió: "Cada uno tiene que ir encontrando su camino, con paciencia, pero con perseverancia, orando y formándose."
Y verdaderamente es una respuesta llena de sabiduría. Debemos tener paciencia con los demás y sobre todo con nosotros mismos, buscar con ojos atentos el llamado del Señor y encontrar, junto a Él, nuestra vocación.
Una vez encontramos eso, vamos como peces en el agua.
A veces las cosas no nos salen tan fáciles como quisiéramos, pero la perseverancia tarde o temprano rinde sus frutos.
Vamos camino al cielo, repito...VAMOS CAMINO AL CIELO, a la eternidad. Estamos de paso y en este paso por el mundo vamos encontrando nuestro camino hacia Dios, mientras hacemos camino junto al prójimo.
Tenemos que vivir, por eso trabajamos, por eso producimos el sustento para comer, vestir; sabiendo que todo nos lo da Dios. Pero en medio de ese trabajo, del afán, del día a día no podemos parar nuestro rumbo...vamos a la eternidad y dentro de la eternidad queremos ir hacia nuestro Padre, al cielo. Nuestro camino debe ser hacia adelante pero también hacia arriba y como dice el Padre Eduardo, con paciencia y formándonos...palabrita importante esta, nadie puede amar lo que no conoce y mientras más conocemos a Dios más le amamos, más entendemos sus caminos.
Sin prisa pero sin pausa, así debe ser nuestra vida. Todo está en el tiempo perfectísimo de Dios. Disfrutemos el camino, abramos paso al Espíritu Santo para que sople en nuestro interior su mensaje y nos diga por donde debemos ir cada día, oigámosle, y actuemos siempre en consecuencia. No basta con las buenas intenciones que de esas esta llenita el infierno, hay que hacer, sin prisa pero sin pausa. Dios te bendiga
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes comentar este articulo aquí!